Acerca de Toronto, Ontario, Canada

Voy a publicar una serie de entradas, desde mi punto de vista, acerca de lo que he estado viendo por acá, los lugares turí­sticos, lo cotidiano y lo que ando haciendo, para que de alguna forma viajen conmigo también.

Como datos de referencia, Toronto es la capital de Ontario y es la ciudad más cara de Canadá; pero es considerada como una de las ciudades más habitables del mundo, por su economí­a, su seguridad y medio ambiente.
Llegué en pleno verano, así­ que me tocó un clima agradable, bajando del avión estaban a unos 25 grados centí­grados. Solo que el calor es más húmedo y de volada me sentí­ pegostiosa jaja
La ciudad es tranquila, limpia y con muchas áreas verdes y eso me encanta.

Lo primero que me llamó la atención es que entrando a la casa se quitan los zapatos que usaron en la calle para ponerse otros o estar descalzos dentro de la casa. Esta costumbre la tomaron debido a que llueve mucho por acá o cae nieve, entonces así­ evitan ensuciar la casa. Y pues a veces se me olvida y me regresan para que me los quite jaja, yo estoy acostumbrada a entrar como burro sin mecate a la casa, pero ya me estoy acostumbrando a esta onda.

Otra cosa que me gustó es que estan acostumbrados a separar la basura en orgánica, basura común y la que se puede reciclar (papel, cartón, botes de plástico, latas de aluminio). La basura pasa una vez a la semana, pero son tres camiones diferentes que se llevan su basura correspondiente.

En estos dí­as me he dado cuenta que los nativos canadienses son personas muy frias, como que andan en su mundo. Aún así­ me impresiona como es que viven tantas culturas juntas en un solo lugar y viven en “armoní­a”. He visto gente de Corea, China, Japón, Italia, India, españoles y muuuucho latino, que ya tienen su vida hecha acá y no me pareció ver algún tipo de racismo.
En comparación con México, la comida y el transporte me parecen carí­simos, pero eso ya es tema de otro post que pondré a detalle. Además lo bonito es que aún es un pueblo bicicletero jeje

La gente acá no es caballerosa, si te toca estar de pie en el camión, no te ofrecen asiento. Si acaso he visto la caballerosidad, es en uno que otro negro, incluso yo me he puesto de pie para que se siente alguna señora grande de edad o una embarazada, porque nadamás no veo que se muevan los de acá.
Lo que si tienen, es que si te acercas a conversar o preguntar algo, son muy amables al responder.
En las estaciones del metro o de camiones, se encuentran unas maquinitas despachadoras de periódico, pones tu moneda y abres la compuerta y te deja a la vista todos los periódicos. En México eso no jala, de seguro alguien pone una moneda, agarra todos los periódicos y los revende por fuera.

Acá la gente es muy honesta y cosa que no necesita, no la toma; menos, si no pagó por ello.
Sobre seguridad, ni se diga, me sorprendí­ con los cajeros automáticos en plena calle, pasa la gente detrás de tí­ por la banqueta, mientras sacas dinero del cajero; ésto tampoco funcionarí­a en México, siempre que vas a uno, te estas cuidando que nadie te vea de manera sospechosa jaja

Las bebidas alcohólicas no se venden en tiendas departamentales o de autoservicio, para eso hay tiendas especializadas en bebidas. Te acostumbras a que en México en cualquier tiendita encuentras algo y no es que haya buscado bebidas acá jaja sino que me pasaron el tip.

Tení­a que tomarme una foto donde me viera bien mexicanota en tierras canadienses y que mejor que con una foto haciendo algo indebido, solo que tuvo que ser super rápido porque Gaston me comentó que si me hubieran visto, la multa hubiera sido muuuy cara.

Me quedan tres semanas más por acá, posiblemente cambie de parecer en varios puntos que dije aquí­, pero ya veremos.

Posts Relacionados