Carta a los hombres: Mi búsqueda no ha sido sencilla

Deseándoles que pasen un excelente día del Amor y la Amistad, les comparto esta carta que la tenía mi tía guardada desde hace años, el autor lo desconozco, pero es una muy bonita carta de reflexión para todas aquellas chicas que aún están en su búsqueda del amor y para los chicos que realmente están enamorados.

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Mi búsqueda no ha sido sencilla.
He encontrado a mi paso amigos, enemigos, intelectuales, conocidos, pero lo que yo busco es simplemente un hombre.
Un hombre tan seguro de sí mismo, que no tema mi plena realización como mujer, que jamás me considere su rival en ningún aspecto y que sea para mí, como yo para él, eternos compañeros.
Un hombre que no tema la ternura, que se atreva a ser débil cuando necesite detenerse a recobrar fuerzas para la vida diaria, que no sienta que al amarme lo derroto o que al amarlo me aniquila.
Un hombre que me proteja de los demás y de mí misma, que conozca mis errores, los acepte y me ayude a corregirlos.
Un hombre que con cada amanecer aliente nuestro amor con una delicadeza, que sepa que para mí una flor entregada con un beso, tiene más valor que una joya entregada con un mensajero.
Un hombre con quién pueda hablar, que jamás corte el puente de comunicación ante quien me atrevo a decir todo lo que siento y pienso, sin temor a que me juzgue o se ofenda.
Un hombre que sea capaz de decirme incluso que no me ama.
Un hombre que tenga siempre los brazos abiertos para que yo me refugie en ellos cuando me sienta amenazada o insegura.
Que conozca su fortaleza y mi debilidad, pero que jamás se aproveche de ella.
Un hombre a quien domine el entusiasmo y ame intensamente la vida, para quien cada día sea un regalo inapreciable que se tiene que vivir plenamente, aceptando el dolor y la alegria con igual serenidad.
Un hombre que sepa ser sincero y que siempre sea más fuerte que los obstáculos; que jamás se defina ante la derrota y para quien los contratiempos sean más estimulo que adversidad.
Un hombre que esté tan seguro de su hombría que no sienta la necesidad de demostrarlo a cada minuto.
Un hombre que no sea egoísta, que no pida lo que aún no se ha merecido, pero que siempre se esfuerce por merecerlo.
Un hombre que goza dando y que sepa recibir.
Un hombre que se respete a sí mismo, porque así sabrá respetar a los demás, que no recurra jamás a la burla, puesto que más rebaja al que la hace, que al que la recibe.
Un hombre que no tenga miedo de amar, ni envanezca porque es amado, que goce cada minuto de amor como si fuera el último, que no viva esperando el mañana, porque tal vez, éste nunca llegue.
Cuando lo encuentre, lo amaré intensamente…
Y me pregunto…
¿Acaso eres tú?

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