La estancia de mi mamá en el Hospital de Especialidades No. 25 del IMSS

Una tarde de septiembre de 2011, recibí una llamada de mamá para darme la noticia de que después de ocho meses que la tenian brincando de doctor en doctor en su clínica familiar, apenas le habían detectado que su sangrado se debía a un tumor maligno. Son de esas noticias que no quieres oir y que no te esperas…
Yo me había mudado a Veracruz y tenía ya nueve meses sin verla, pero al decirme esa noticia, mi esposo y yo lo platicamos y decidimos que yo viajaría a Monterrey para apoyar a mamá en todo el proceso que se debía hacer para que mamá pudiera salir adelante del llamado Cáncer de Colon y Recto, por el tiempo que fuera necesario.
Mamá había bajado mucho de peso, pero al llegar a Monterrey, vi más preocupado a mi papá que a ella. Mamá seguía con la sonrisota y solo me decía que se sentía bien, que sólo la molestia era el sangrado y la frecuencia en que tenía que ir al baño.
Como no sabía mucho acerca de la enfermedad, llevé a mamá a una segunda opinión al Hospital Universitario. Después de varios estudios ahí, el doctor que vió los resultados nos dijo: “Llegamos a la misma conclusión y tipo de tratamiento que el IMSS, ¿Dónde se van a tratar, aquí o en el Seguro?”. Y mis papás decidieron que en el IMSS.
De la clínica familiar, la mandaron a la Clínica No. 4 y de ahí al Hospital de Especialidades No. 25 del IMSS al área de Oncología.

Ahí en oncología, al primer doctor que nos tocó visitar fué al Dr. Agustin Muñoz Villagomez, él nos explicó el tratamiento de Radioterapia y las indicaciones para checar las listas de espera (ya que hay mucha gente en el IMSS) y hacer la simulación. La simulación es un proceso donde marcan a mamá para saber dónde aplicar la Radioterapia. Una anécdota con el Dr. Muñoz, fué que cuando a mamá le estaban dando las indicaciones de la dieta que debía llevar (quitarle todo lo que podría causarle diarrea), ella en son de broma le preguntó al Dr.: “¿Puedo tomar caguama?”. El Dr. se le queda viendo y muy serio le contesta: “Bueno… pero bien poquitito Sra. en un vasito, nadamás para que se le quite el antojo”. Y en eso mamá le dice bien apenada: ¡No se crea Dr.! yo no tomo, ni consejos… y el Dr. le contesta muy risueño y también en broma: “Pues ahora en la otra consulta me trae una caguama a mi…” jajaja ya me imaginaba nosotras cargando una caguama en el hospital jaja

Luego tuvimos consulta con el Dr. Jorge Sanchez Guillen para el tratamiento de Quimioterapia, muy amable el Dr., pero se ve muy serio y muy propio, tanto así que mamá le comentó que parecía Sacerdote por la forma en como le explicaba las cosas, pero al doctor como que se sacó de onda por el comentario, tal vez no es católico jeje
Su primer fase de tratamiento de mamá consistió en tres semanas de Quimioterapia vía intravenosa (sólo cada viernes) y después 25 sesiones diarias de Radioterapia combinadas con Quimioterapia en pastillas. Todo esto para hacer más pequeño el tumor y extraerlo con éxito. Días antes de comenzar las sesiones de Radioterapia, mi prima Luz Minero le dijo a mamá: “Tía tu ten fé en Dios, piensa que estas sana y dí ‘Todo lo puedo en Cristo que me fortalece'”. Mamá como es una persona de mucha fe, en cada sesión de Radioterapia en su mente repetía la frase “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” y al salir de cada sesión siempre me contaba que sentía como que la camilla se movía como si la mecieran. Hasta le preguntó a los enfermeros de Radioterapia que si la cama se movía y le dijeron que no, que la cama no se puede mover. Y se dió cuenta mamá que es Jesus que la tenía en sus brazos.
Fué casi un mes de ir a diario al hospital, que valió la pena, porque a mamá le cesó el sangrado. Después de todo eso nos dieron un mes de vacaciones para que se desinflamara su colon (debido a la radioterapia), antes de comenzar la segunda fase: la cirugía.
Para ésto, ya habíamos tenido varias consultas con la Dra. Irma Sandra Garcia González de Cirugía Oncológica, para ver los avances de la primera fase y checar si mamá ya estaba lista para la cirugía. A finales de enero, programaron a mamá para cirugía el día 29 de marzo de 2012. Días antes de la cirugía tuvimos consulta con la Dra. García para checar últimos estudios y darnos la Orden de Internamiento para el día 27 de marzo de 2012. También fuimos a trabajo social, ya que nos pidieron tres donadores de sangre (que fueron mi hermano y sus amigos) y fuimos a farmacia ahí mismo en el IMSS, por un medicamento que debía tomar mamá antes de la operación. La Dra. Garcia, muy acertadamente, siempre nos proporciona una copia de las hojas de su consulta, por aquellas ocasiones de que no haya sistema, ya uno tiene con qué demostrar el tratamiento a llevar. ¡Gracias Dra.!
Y se llegó el día, el martes 27 de marzo, estábamos antes de las 2 pm en el área de Admisión Hospitalaria. Ahí en la espera hicimos bonitas amistades, que aunque nos tocaba en diferente área, de repente nos visitábamos por si se ofrecía algo. Nos tocó en el 4to. piso en la cama 406, por suerte en ventana. De ahí la vista era muy linda. De noche se veía así, como en la siguiente foto.

Ahí en el hospital, se viven tanto días angustiantes, como días de alegría por mejoras. Mis respetos para los familiares que tienen a sus pacientitos internados por semanas o meses. No es muy agradable (a nadie le gusta ver enfermo a un familiar) y también es algo incómodo, sobre todo que acaba el familiar más adolorido que el paciente por tratar de acomodarse en la silla para dormir (bueno, a mi me pasó)…
Ya en piso, durante dos días prepararon a mamá para la cirugía y el día 29 de marzo a las 9 am, la bajaron a quirófano. De las 9 am a las 2 pm, fueron las horas más angustiantes en la sala de espera. De repente se abrío la puerta corrediza del área de quirófanos, la Dra. Garcia ve a papá y nos llama. Ya mi cara cambió cuando la Dra. nos dijo que estaba muy contenta con la operación de mamá, que sus órganos estaban bien y que como ya habíamos platicado, tuvo que cortar parte del colon para quitarle el tumor y que ahorita estaba en recuperación, que nos fuéramos a comer algo ya que, en unas horas más la subían a piso.
Y sí, ya pasadas las 5 pm vimos como sacaban a mamá del área de quirófanos y la subieron a piso. Mamá aun andaba adormilada, pero cuando vió a papá le hizo ojitos jaja
Ya que despertó bien, le pregunté a mama que si le dolió y me dijo que no, que no sintió nada. Solo recuerda que se acercó el anestesiólogo y le dijo que le iba a poner una raquia. Mamá comenzó a cantar una canción de Pedrito Fernández: “♫ Lo primero que hice cuando vine al mundo fué llorar ♫…” y el anestesiólogo le dijo: “No diga eso Sra…” y mamá le contestó: “Déjame cantar… ♫ La primera palabra que yo pronuncié fué mamá y a tí ni en el mundo te hacía ♫…Ssssshh…” y se quedó dormida y ya no recuerda nada, hasta que una enfermera la llamó por su nombre y despertó.

Al día siguiente de la operación, llega una enfermera a bañar a mamá y a cambiar las sábanas de su cama. Mamá me contó que sintió como si la enfermera la estuviera amasando jaja y no le gustó, la sintió un poco tosca. Luego el otro día, mientras mamá dormía, llegó un enfermero muy jovencito y la despierta para preguntarle si la bañan o ella se baña solita. Mamá recordando la enfermera del día anterior, le dijo que ella se bañaba sola. Cual fué su sorpresa, cuando vió que el enfermero jovencito estaba bañando a la paciente de enfrente con mucho cuidado jajaj
Mamá como es tremenda, empezó a darse de topes en la cama jajaja porque se le escapó la oportunidad de que la bañara un jovencito jejeje Y le pidió que se tomara foto con ella para el recuerdo, de que lo dejó ir, por su falta de astucia jajaja

Un momento de angustia lo pasó mi papá, una noche que se quedó de guardia, ya que a mamá por poco la meten a cirugía de nuevo, pero afortunadamente detectaron que era una reacción de mamá a un medicamento y la controlaron. Le pusieron sangre y mejoró su hemoglobina de tal forma que fué mostrando mucha mejoría, ya cuando llegué yo a mi guardia, mamá ya estaba muy bien.
De repente llegaban varios Doctores a verla, a los que les puse “Los frijolitos”, porque llegaban todos “en bola” a revisar a mamá.
Ya el día que nos dieron de alta, el 4 de abril, mamá quiso tomarse foto con sus enfermeros que estaban en turno para el recuerdo.

Queremos agradecerle a la Dra. Irma Sandra García González, que iba hasta el piso que le tocó a mamá a sus chequeos, porque ahí en el hospital, uno se entera y se da cuenta de que no todos los Doctores Titulares visitan a sus pacientes. Y la Dra. Garcia siempre estuvo muy al pendiente. ¡¡¡Muchas gracias Dra. Garcia!!!
Y aquí la foto con la Dra. Garcia con el Dr. Gerardo Rosales que le ayudó en la cirugía, Doctores y enfermeras de oncología.

También un agradecimiento total a todos y cada uno de los doctores residentes, doctores de guardia y enfermeros, que hacen su trabajo con esmero y que contribuyeron a que mamá se recuperara y que me permitieron tenerla por muchos años más.

Posts Relacionados