LA CASA DE 5 DE MAYO

Después de la Explosión de Pemex en la planta de San Rafael en Guadalupe, mi abuelita ya no quiso vivir por acá y fué cuandos nos mudamos al Barrio Antiguo. Pero se me pasó contar que antes de eso, vivimos unos meses en una casa prestada en el centro de Monterrey, en 5 de mayo no. 423 casi esquina con Pino Suarez.

Resulta que como mi mamá trabajaba en Sanborns de mesera, uno de los clientes conocido de ella, el Dr. Manuel Vicente de Leon Tamez (QEPD), le dijo que tení­a una casa sola, y que si querí­amos la podiamos habitar, sólo que como tení­a años sola, pues teniamos que ir a limpiarla.
Y así­ le hicimos, recuerdo que todas las cosas personales del Dr. las pusimos en un solo cuarto, y le dimos una buena limpiada a la casa, y siempre salí­a de ahí­ toda empolvada. En ese tiempo acababa de cumplir 8 años. Me gustaba esa recámara del Dr. porque entraba y habian muchos artefactos y experimentos de fí­sica, tení­a un piano, muuuchos libros, y muebles antiguos.
Una vez abrí­ un cajoncito y encontré muchí­simas monedotas, y empecé a jugar con ellas, cuando mamá me vió, me regañó mucho y dejé las monedotas donde estaban. (Hasta ya despues caí­ en cuenta que eran onzas troy, y por eso me regañaron juju).

Los vecinos nos decí­an que se veí­a una mujer de blanco en el patio y cuando los invitábamos a pasar nunca quisieron entrar. A mis papás varias veces los despertó un olor a cigarro y cuando mamá se poní­a a lavar, le cambiaban la estación de radio mientras iba a tender la ropa. Le ponian la estación de AW FM Inolvidable. La verdad yo no recuerdo que me hayan espantado ahí­, así­ como me pasaba en el Barrio Antiguo.

Tengo muy bonitos recuerdos del Dr. porque siempre se portó muy buena gente conmigo, él era una persona muy preparada, creo que tení­a varias carreras, viví­a en un hotel (creo que el Hotel Colonial) en la Zona Rosa de Monterrey donde ocupaba dos habitaciones, donde en una habitación la tení­a llena de libros y la otra era su recámara.
Yo a veces le preguntaba cosas de la escuela que no entendí­a y me explicaba, una vez le pregunté que cómo se habian formado las nubes y me contestó con la pregunta: ¿a qué año entraste?, a lo que le contesté que a tercero de primaria y me dijo que ahí­ me lo iban a explicar, que mejor en la escuela lo escuchara y luego le explicara a él. Y dicho y hecho, a la semana en el libro de texto nos explicaron “El ciclo del agua” y ese dí­a llegue muy contenta a explicarle al Dr. como se formaban las nubes.
No supe bien cuando falleció, ni que pasó. Pero heredó sus libros y su casa a la UANL. Después de eso, nos “sacaron” de ahí­ y nos fuimos a vivir a el Barrio Antiguo.

Hace meses me dió nostalgia y pasé por ahí­, y me di cuenta que la estaban destruyendo para construir unas oficinas de la UANL.
Ya estaba totalmente modificada la fachada, pero me las arreglé para entrar y tomar fotos.

El patio con pasto y una higuera ya no existian, ahora estaban haciendo de él un estacionamiento.

Lo único que vi y me recordó esos tiempos fué el suelo, aún seguí­an esos mismos colores.
Que bonito es regresar a esos lugares que te traen tan bellos recuerdos de niñez.

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